Hidalgo, Guerrero, Morelos y Oaxaca son algunos de los escenarios que fueron testigo de la audacia del joven de 15 años, llevándose la ovación de los presentes.
Por Carmen González
Puebla, 8 de noviembre (Periódico Central).- «El Niño de Oro de Apatlaco”, así se le conoció en vida a José Alberto Enríquez Báez, el joven jinete de tan sólo 15 años que falleció durante un jaripeo en San Isidro Huilotepec, Atlixco.
El chico que ganó fama en el mundo de los toros por su gran expertiz y destreza a pesar de su corta edad, falleció luego de haber sido pisado y arrastrado por un toro el pasado domingo 7 de noviembre.
La afición y diversos grupos de jaripeo en México y Estados Unidos enviaron sus condolencias a través de redes sociales tras la terrible pérdida de quien creían sería la próxima gran promesa del jaripeo, debido a su extraordinaria habilidad para montar a toros de reconocidas ganaderías alrededor del país.
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Los seguidores de este deporte extremo lo consideraban una estrella en ascenso, “un vaquero con potencial y talento” que dejaba al público con la boca abierta en cada evento al que asistía.
Hidalgo, Guerrero, Morelos y Oaxaca son algunos de los escenarios que fueron testigo de la audacia del joven de 15 años, llevándose la ovación de los presentes. Fue así que recordaron a José Alberto Enríquez Báez en redes sociales.
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